Ni siquiera soy una cara bonita

1.12.2013

Espero no estrellarme contra un poste


La primera vez que desperté a tu lado eran las nueve de la mañana. Abrí los ojos y  vi la luz intentando entrar por la ventana cerrada. Mi cabeza reposaba sobre tu brazo izquierdo, mi cintura cargaba con tu brazo derecho. Me quedé en esa posición algunos minutos, sintiendo una dicha que no había experimentado nunca antes. 

Me bastó girarme despacio para verte ahí, siendo mi almohada, mi sábana y mi sonrisa. Aún estabas dormido cuando estiré el cuello y te besé en los labios. Te despertaste, te sonreí, me giré y dormí una hora más.

Llevo días volteando y no te veo. Y tengo tanto miedo de no encontrarte que he comenzado a caminar hacia la misma dirección pero de espaldas, con los ojos hacia el camino que ya he pasado, por si apareces.

Aunque sé que ya no estás. Una mañana te levantaste de la cama y andaste otro camino.

3 comentarios:

  1. Mi almohada, mi sábana y mi sonrisa... genial! me gustó esa melodía... caminar es lo que nos queda... no importa la dirección, mientras caminemos. Un abrazo!

    ResponderEliminar
  2. Pon anuncios en los postes, igual se perdió sin querer.

    ResponderEliminar