Ni siquiera soy una cara bonita

5.14.2015

Come cuando hay

Acabo de darme cuenta de que sólo vengo a mi blog cada vez que me duele algo. Es como ir al médico, pero esto es gratis. Y qué conveniente que sea gratis, porque aún no tengo seguro social y visitar a un galeno particular es algo que no puedo permitirme.

Eres una oportunista despreciable, Dara Rivera, hace exactamente un año escribiste por última vez aquí.

Hoy me duele todo. Ni siquiera sé por dónde empezar. Mientras me siento y escribo, pienso en qué es lo que me duele más, y debo decir que son las rodillas. No sé por qué. Supuse que este dolor indescriptible que no deja marca visible pero que no me permitió dormir anoche y me mantiene despierta desde las seis de la mañana sería más grande. Pero me equivoqué: las rodillas me están matando. Las siento frías, me duelen al tacto, me duelen mientras camino y al estar aquí, sentada. No me he golpeado o cortado, no tengo nada que indique que mis rodillas son más sensibles que las de alguien más. Y sin embargo duelen.

Tal vez es una metáfora (una muy irónica y cruel) del tiempo que me va a tomar "salir adelante y superar esto". O tal vez necesito visitar a un ortopedista. 

Estoy deseando que sea lo segundo. 

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